sábado, 1 de junio de 2013

El uso de antioxidantes da buen resultado en el tratamiento de “Agujetas”

Para poder determinar si este mito es verdadero o falso debemos determinar en primer lugar que son los Antioxidantes

Antioxidantes:

Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger sus células de los efectos de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos o por la exposición ambiental al humo del tabaco y la radiación. Los radicales libres pueden dañar las células y pueden representar un papel importante en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades.
Las sustancias antioxidantes incluyen:
Los antioxidantes se encuentran en muchos alimentos. Entre éstos, las frutas y los vegetales, las nueces, los granos y algunas carnes, aves y pescados.

Este mito es falso ya que las agujetas consisten en un proceso doloroso sufrido por atletas profesionales, principiantes, y  personas que realizan alguna actividad física mas intensa de lo habitual;  para entender de que se tratan, es preciso considerar la existencia de dos tipos de molestia muscular que aparecen después de un esfuerzo físico: el dolor muscular postesfuerzo de aparición rápida y el dolor muscular postesfuerzo de aparición tardía.


El dolor muscular postesfuerzo de aparición rápida ocurre cuando se alcanza la fatiga muscular al final de un ejercicio intenso, suele durar algunas horas hasta desaparecer sin consecuencias; es producido por la acumulación de productos derivados del metabolismo muscular, sustancias generadas por el organismo para combatir la inflamación y de plasma sanguíneo que produce la hinchazón.
El dolor muscular postesfuerzo de aparición tardía o dolor muscular tardío, surge a las pocas horas de haber realizado el ejercicio y alcanza un máximo de dolor entre las 24 y 48 horas siguientes, a partir de ese momento suele descender hasta aproximadamente el cuarto día cuando desaparece.
Han surgido múltiples teorías para explicar el origen de las agujetas, las explicaciones sugeridas han llevado a tratamientos y métodos de prevención que no en todos los casos son efectivos.
Como el dolor muscular postesfuerzo de aparición rápida desaparece en corto tiempo, debemos prestar atención al dolor muscular tardío; destacando entre sus síntomas la pérdida de fuerza, el dolor muscular, la rigidez, la hinchazón, la impotencia funcional, el dolor a la presión leve y la disminución del rango de movimientos de la parte afectada.
La sensación de agujetas se debe a respuestas fisiológicas que aumentan el riesgo de lesionarse, la condición de los tejidos es tal que se altera la capacidad de funcionamiento de las fibras musculares; la intensidad del daño variará de una persona a otra dependiendo de lo habituado que se esté a realizar ejercicios.


TRATAMIENTO DE LAS AGUJETAS:
El uso de anti-inflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno y analgésicos tipo aspirinas en muchos casos dan resultados positivos al disminuir la sensación de dolor y la inflamación, pero no ayudan a restablecer el normal funcionamiento de los músculos afectados.
Un tratamiento de este tipo sería simplemente sintomático para disminuir las molestias producidas por las agujetas, el médico podría en caso de ser necesario indicar el uso de analgésicos habituales como paracetamol (500 o 600 mg 2 a 3 veces al día), aspirina (500 a 1000 mg 2 a 3 veces al día) o algún otro.
Otras formas de tratamientos para las agujetas que podrían producir mejoras significativas son la crioterapia, la electroestimulación, los ultrasonidos, la acupuntura y los masajes.
Lo más efectivo en todo caso consiste en realizar ejercicio liviano de la musculatura afectada, acompañándolo con períodos de descanso suficiente para permitir la regeneración de los tejidos.
PREVENCIÓN DE LAS AGUJETAS:
Como formas de prevenir la aparición del dolor muscular retardado dentro de nuestra rutina de entrenamiento, debemos considerar incluir una sesión de calentamiento previa a los ejercicios y estiramientos al final de la rutina.
Es importante además planificar el aumento de esfuerzo a realizar de forma tal que sea lento, permitiendo a los tejidos adaptarse gradualmente a los cambios que están siendo sometidos y poder dar una mejor respuesta.

En el entrenamiento de alta intensidad con pesas es necesario que los estiramientos se realicen de forma secuenciada al final de la sesión, de forma que al acabar el esfuerzo, donde la musculatura se encuentra altamente contraída y acortada, se realice un estiramiento pasivo con extremo cuidado y lentitud. Luego de esto, cuando los músculos no estén contraídos realizar estiramientos pasivos de mayor intensidad, para recuperar la longitud de reposo del músculo.
Después de las sesiones intensas en las cuales se haya incrementado la intensidad o frecuencia de los ejercicios, es importante incluir sesiones de entrenamiento ligero para permitir la recuperación de los tejidos y evitar lesiones.

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